martes, 26 de noviembre de 2013

A la sombra de Rubén Murillo

(Por Gianni in Testa)




Siempre ha sido el interés de este blog acercar desde otra perspectiva a las figuras del ciclismo Colombiano con la afición. Todos nuestros ciclistas, sin excepción, son deportistas labrados con base en grandes esfuerzos personales y de sus familias. Siempre hemos pensado que esas historias de superación y lucha son arquetípicas del colombiano común y que es importante darlas a conocer, para dar de alguna manera reconocimiento a esos desvelos, muchas veces anónimos y callados. 

En la búsqueda de esas figuras, nos topamos con la historia de vida de Rubén Murillo, más conocido como “la sombra”. Un hombre con talento para casi todos los deportes. Primero campeón nacional y subcampeón panamericano de bicicross , luego ya en el ciclismo de pista, tetracampeón nacional de velocidad por equipos y con actuaciones destacadas en Panamericanos y copa mundo. Un hombre que es conciso y transparente, alguien que (como dice la canción del poeta del barrio Angel Canales) siempre camina en lo claro…nunca camina en lo oscuro… un luchador.

Rubén, muchas gracias por aceptar la invitación de nuestro blog, para que nos cuente sobre su vida y sus sueños para el futuro. 
A ustedes muchas gracias por la invitación. 

Cúentenos de dónde viene usted 
Yo nací en Apartadó, pero desde muy pequeño nos fuimos a vivir a Chigorodó. Provengo de una familia humilde como todos los deportistas, en la que todos somos buenos para el deporte. 

¿Es verdad que su inicio se dió en el fútbol? 
La verdad es que se puede decir que estuve en todas las selecciones de todos los deportes en mi colegio. Hice de todo: Practicaba voleibol, atletismo, microfútbol y fútbol. A los 12 años me destacaba bastante en el fútbol y tenía un pequeño salario por entrenar y competir. Alcancé a alternar en el Manchester de Apartadó, con Juan Guillermo Cuadrado y se puede decir que tenía idea para ese deporte. 

¿En qué momento se interesó por la bicicleta? 
Mi mamá me regaló una bici de cross para ir a entrenar. Por ahí en el 2003 hicieron una pista de bicicross en la unidad deportiva y yo, después de jugar fútbol, me iba a mirar entrenar a los ciclistas. Me llamó la atención, intentaba imitarlos, pero era un fracaso. Después de varias semanas de entrenamiento y de muchos golpes, aprendí a saltar. Como buen ciclista, con mi salario de futbolista, aprovechaba para engallar mejor la bici. En esa época era de esos gamines que salía a montar horas y horas, hasta muy tarde en la noche. 

¿Y qué pasó con el fútbol? 
Le comencé a coger fastidio. En el fútbol todos te gritan y siempre te piden más. En el bicicross en cambio, todos te motivan para mejorar, además, los resultados son individuales y no tienes que depender de un montón de gente 

Bueno pero esa decisión no debió ser fácil. Los futbolistas tienen todo, salen hasta en la sopa y ganan mucha plata. 
Pues sí, pero en ese momento en mi vida entendí que uno debe hacer las cosas que lo hacen feliz y el ciclismo era lo que me gustaba. Al principio a mi mamá no le gustó mucho, pero poco a poco me fue apoyando. Al comienzo me tocó muy difícil como a todo el mundo, porque el ciclismo es muy costoso. 

¿Cuando comenzó a competir? 
Como a los dos meses de haber empezado y sin saber casi nada, fui a correr a Amalfi, dónde logre mi primer campeonato local. Toda una sorpresa, porque yo era nuevo y nadie sabía de dónde había salído. Gané dos de oro y una de plata. Luego fui a Medellín por primera vez, para una carrera departamental y como gran logro, me gané una medalla de Oro y me robaron la bici… ¡¡Qué tristeza!!

¿Me imagino que ahí se dio cuenta que eso era lo suyo? 
Si… me encantó. Yo quería ser como Augusto “Tim” Castro. Convencí a mi mamá de que me dejara estudiar en Medellín para poder alternar los estudios con el ciclismo… y mi mamá me apoyó. Cogí mis maletas y me fui a vivir a Medellín solo. 

¿Eso solo a los 16 años debe ser difícil o no? 
Sí, iniciar fue muy duro, porque me tocó desde cero. Estudiar y entrenar y tener la disciplina para hacerlo es una buena prueba de la voluntad, más aún siendo casi un niño. 

A uno el Bicicross le parece un deporte de mejor familia en el que no hay buenos apoyos para los deportistas, ¿usted cómo hizo? 
La verdad es que nunca tuve un patrocinio como tal… me tocaba como a los otros todo por mi cuenta. Los bicicrossistas que viajan y representan a Colombia viajan con su plata y para mí era imposible. 

¿Cuando se apareció el velódromo en su vida? 
Como todos los bicicrossistas, iba a hacer ciertos trabajos al velódromo.  Allá me vio Jorge Wilson Jaramillo, mi técnico en la selección Antioquia, y me dijo que eso era lo mío.  Pero la verdad, no se me pasaba por la cabeza. 

¿Me imagino que la falta de un apoyo claro, le facilitó la decisión? 
Pues si… la verdad es que en el bicicross tuve algunos bajones, ya que me prometían cosas que al final no se hacían realidad, y cuando uno está en mi condición necesita cosas más concretas. En la pista por el contrario, sentía un apoyo más sólido, comenzando por la misma bicicleta. 

Por su contextura, la decisión fue la velocidad
Sí, la verdad es que desde el comienzo comencé a hacer tiempos comparables con los de corredores más experimentados. En partida detenida era muy difícil vencerme ya que soy explosivo. Sin embargo, debo mejorar en el fondo. Para un Kilómetro me hace falta todavía. 

¿Y ahora como le va con el patrocinio de Indeportes Antioquia? 
Pues, gracias a las medallas en los campeonatos nacionales, pude conseguir un apoyo un poco más fuerte en cuanto al hospedaje [vive en la villa deportiva], la alimentación y el estudio. La verdad no gasto mucho, pero lógico que me hace falta plata para mis cosas, a veces me veo a gatas y eso que soy juicioso. 

Uno ve que la evolución del ciclismo Venezolano en la velocidad y se pregunta por qué a nosotros nos falta tanto… sin ofender (risas)
Es muy fácil: ellos tienen mucho fogueo internacional…llevan más de 10 años juntos. Cuando se hacen carreras en Europa, ellos siempre están presentes, compitiendo con los mejores, mientras que Santiago (Ramírez), Fabián (Puerta) y yo (el equipo nacional de velocidad), solamente competimos con ellos muy de vez en cuando. Nos hace falta salir más. 

En este blog le cargamos la mano duro a la FCC porque nos parece que les faltan muchas cosas. ¿Qué pasa con el ciclismo de pista? 
Realmente le debemos mucho a Jorge Ovidio González. Cuando fue presidente, nos dio todo lo que necesitábamos y siempre estuvo pendiente de todo. Ahora con la nueva presidencia seguimos igual y no hemos sentido ningún cambio negativo. Creo que los resultados de la pista a nivel mundial y panamericano lo dicen todo. 

¿Me imagino que su meta está en el mundial de Cali del año entrante? 
Pues sí y no… la verdad es que yo sueño no solo con el mundial, mis metas van hasta los juegos Olímpicos de Río. Lo interesante es que ni yo ni nadie se siente fijo. Hay una sana competencia por los tres cupos para el equipo de velocidad con Anderson Parra, Fabián Puerta, Santiago Ramírez, Diego Peña, Jonathan Marín y Leonardo Narváez… todos estamos ahí.

¿Como ha sido el ciclo de entrenamiento y de competencias para cerrar el 2013? 
Con miras al mundial, lo comenzamos en Julio de este año. Estamos afinando detalles para los próximos compromisos, que son Los Bolivarianos, y dos copas a nivel panamericano en México. La cita está muy cerca (el mundial es en Febrero) y ahora, después del campeonato nacional, vienen competencias prácticamente cada 15 días. 



¿Qué podemos de esperar de Colombia en el mundial? 
La mejor participación de la historia.  Todos los que estamos luchando por un cupo soñamos con representar al país y dejar su nombre muy alto. Por fortuna contamos con la dirección de un hombre muy sabio como John Jaime González, que siempre nos estimula positivamente para mejorar y que sueña como nosotros, con dar lo mejor para el país. 

Es decir, ustedes van a hablar con medallas
Pues sí. Eso es lo que me gusta del ciclismo, que en él sólo se actúa, no se habla tanto como en otros deportes. El ciclista está en un permanente proceso de demostrar de lo que es capaz, mentalmente estamos fuertes porque es allí dónde está todo. El ciclismo es más cabeza que piernas. 

Rubén mil gracias por su tiempo. Me siento orgulloso de saber que nuestra bandera estará defendida en el mundial por gente como usted.
A ustedes muchas gracias por la entrevista y a los Colombianos que se queden tranquilos, nosotros vamos con todo.